domingo, 23 de abril de 2017

El calentamiento global y los océanos



El calentamiento global del planeta ha contribuido a la propagación y la intensificación de algas tóxicas en los océanos, que es uno de los efectos del cambio climático en los mares del planeta, así como la acidificación y la pérdida de oxígeno.


Un equipo de científicos dirigido por Christopher Glober, maestro en la Capacitad de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Stony Brook (E.U.), ha llegado a esta conclusión al conjuntar datos de temperaturas oceánicas y la contestación del desarrollo de 2 de las algas más tóxicas del Atlántico Norte y del Pacífico Norte, llamadas ‘Alexandrium’ y ‘Dinophysis’.


El estudio, publicado en la gaceta ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, señala que extensas extensiones de estas cuencas oceánicas se han calentado desde mil novecientos ochenta y dos y se han vuelto significativamente más hospitalarias para estas algas, y que las nuevas floraciones se han vuelto comunes en esas zonas.


‘Alexandrium’ y ‘Dinophysis’ suponen una preocupación sanitaria seria por el hecho de que fabrican neurotoxinas y toxinas gastroinstestinales que pueden ocasionar parálisis o bien intoxicación diarreica por consumo de marisco.


«Las floraciones de algas toxicas o bien perjudiciales no son un fenómeno nuevo, si bien bastantes personas pueden conocerlas con otros nombres, como las mareas rojas», apunta Glober, quien añade: «Estos acontecimientos pueden enfermar o bien matar personas que consumen mariscos contaminados con toxinas y pueden dañar los ecosistemas marinos al matar peces y otras formas de vida marina».


Glober apunta que «la distribución, la frecuencia y la intensidad de estos acontecimientos han aumentado en el mundo entero, y este estudio vincula esa expansión al calentamiento de los océanos en ciertas zonas del Atlántico Norte y del Pacífico Norte». «Una cuestión esencial ha sido si podemos vincular de forma directa la expansión de las floraciones de algas perjudiciales a un océano que se calienta. Este estudio da patentiza crítica y cuantitativa de esa tendencia, confirmando un vínculo directo aguardado, mas bastante difícil de probar, entre las floraciones tóxicas y el clima», explica Raphael Kudela, maestro de la Universidad de California en Santa Cruz (E.U.).


Resoluciones políticas

Las algas marinas son tan pequeñas (cincuenta de ellas, una a la vera de la otra, solo cubren la anchura de un pelo) que pueden parecer inofensivas, mas cuando billones de células tóxicas se unen, pueden envenenar humanos, matar la vida marina y dañar a nivel económico las comunidades ribereñas.


Las pérdidas económicas atribuidas a este fenómeno en la última década se cifran en más de mil millones de dólares americanos (más de novecientos diez millones de euros). Múltiples estudios han pronosticado que las floraciones de algas tóxicas pueden ser más habituales en el futuro, mas la nueva investigación es una de las primeras en vincular la intensificación creciente de las mareas rojas con el calentamiento del océano.


«El modelo pronostica que el incremento de las temperaturas ocasionará un aumento en el desarrollo y la duración de la floración de ‘Alexandrium’ en las costas sudeste y sur-central de Alaska», apunta Wayne Litaker, científico de la NOAA y coautor del estudio.


Los estudiosos hicieron observaciones afines en el norte de Europa y la costa este de América del Norte, desde Canará hasta el nordeste de U.S.A.. «Este estudio prueba que el calentamiento global que ya ha ocurrido está afectando la salud humana y nuestros océanos. Una implicación esencial es que las resoluciones políticas relacionadas con el cambio climático y las emisiones de carbono tomadas el día de hoy seguramente van a tener consecuencias esenciales para el destino de nuestros futuros océanos, incluyendo la propagación y la intensificación de las floraciones de algas tóxicas», concluye Glober.


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